La famosa Nebulosa del Cangrejo, el remanente de una supernova, ha registrado el estallido de una enorme llamarada cinco veces más poderosa que cualquier brote visto previamente en este objeto. El 12 de abril, el telescopio espacial de rayos gamma Fermi de la NASA detectó por primera vez la explosión, que duró seis días.
La nebulosa está formada por los restos de una estrella que explotó emitiendo una luz que llegó a la Tierra en el año 1054. Se encuentra a 6.500 años luz de distancia en la constelación de Tauro. En el corazón de una nube de gas en expansión se encuentra lo que queda del núcleo de la estrella original, una estrella de neutrones superdensa que gira 30 veces por segundo. Con cada rotación, la estrella emite haces de radiación hacia la Tierra, creando el caraterístico pulso de las estrellas de neutrones en rotación, o púlsares.
Aparte de estos pulsos, los astrofísicos creen la Nebulosa del Cangrejo fue una fuente casi constante de radiación de alta energía. Pero en enero, los científicos asociados con varios observatorios en órbita, incluidos Fermi y Swift, advirtieron cambios de brillo a largo plazo en energías de rayos-X.
Desde 2009, Fermi y el satélite AGILE de la Agencia Espacial Italiana han detectado varios brotes de rayos gamma de corta duración a energías superiores a 100 millones de electronvoltios (eV) - cientos de veces mayor que las variaciones observadas de la nebulosa de rayos-X. En comparación, la luz visible tiene energías entre 2 y 3 eV.
El 12 de abril, LAT de Fermi, y más tarde AGILE, detectaron una llamarada que creó alrededor de 30 veces más energía que la producción normal de la nebulosa y alrededor de cinco veces más potente que arranques anteriores. El 16 de abril, una llamarada aún más brillante en erupción, pero dentro de un par de días, la actividad inusual se desvaneció por completo.
"Estos super destellos son los arrebatos más intensos que hemos visto hasta la fecha, y todos ellos son eventos muy desconcertantes", dijo Alice Harding en el Centro Goddard de Vuelo Espacial. "Creemos que se deben a reordenamientos súbitos del campo magnético no lejos de la estrella de neutrones, pero ¿dónde ocurre exactamente sigue siendo un misterio".
Las emisiones de alta energía de esta nebulosa se cree que son el resultado de los procesos físicos por el rápido giro de la estrella de neutrones. Los teóricos están de acuerdo en que las bengalas que surgen dentro de aproximadamente un tercio de un año-luz de la estrella de neutrones, pero los esfuerzos para localizarlos con mayor precisión no han tenido éxito hasta ahora.
Desde septiembre de 2010, el observatorio espacial de rayos X Chandra de la NASA ha dado seguimiento a la nebulosa, en un esfuerzo por identificar la emisión de rayos X asociada con los estallidos. Cuando los científicos de Fermi alertaron a los astrónomos a la aparición de un brote nuevo, Martin Weisskopf y Tennant Allyn Marshall, del Space Flight Center de la NASA en Huntsville, Alabama, realizaron una serie de observaciones previamente planificadas con Chandra.
"Gracias a la alerta de Fermi, tuvimos la suerte de que nuestras observaciones previstas en realidad se produjera cuando las llamaradas más brillantes fueron en rayos gamma", dijo Weisskopf. "A pesar de una excelente resolución de Chandra, no se detectó ningún cambio evidente en las estructuras de rayos X en la nebulosa que rodea el púlsar y que podrían estar claramente asociadas con el brote."
Fuente: ep
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