
El observatorio espacial Herschel de la ESA ha descubierto una galaxia muy lejana que fabricaba estrellas a un ritmo 2.000 veces superior al de la Vía Láctea cuando el Universo tenía menos de mil millones de años. El simple hecho de su existencia desafía las teorías actuales sobre la evolución de las galaxias.
Esta galaxia, conocida como HFLS3, aparece como un ténue borrón rojo en las imágenes del estudio HerMES, realizado con Herschel. Pero las apariencias engañan: este pequeño borrón es en realidad una galaxia fabricando nuevas estrellas a un ritmo frenético.
Nuestra propia galaxia, la Vía Láctea, produce el equivalente a una masa solar cada año. HFLS3 presenta una tasa de formación de estrellas dos mil veces superior, el valor más alto jamás detectado en una galaxia.
La extrema distancia a la que se encuentra HFLS3 implica que su luz tuvo que viajar durante 13.000 millones de años antes de alcanzar los detectores de Herschel. Por este motivo, el aspecto que presenta en estas imágenes es cómo era en la infancia del Universo, apenas 880 millones de años después del Big Bang, cuando el Universo tenía el 6.5% de su edad actual.
A pesar de su corta edad, HFLS3 ya tenía una masa equivalente a la de la Vía Láctea actual, unas 140.000 millones de veces la masa de nuestro Sol, en forma de estrellas o materia para formar nuevas estrellas. En la actualidad, 13.000 millones de años más tarde, debería haberse convertido en una de las galaxias más grandes del Universo local.