La Agencia Europea del Espacio publica el Catálogo de Análogos Planetarios, una recopilación de emplazamientos terrestres de interés para investigación por su semejanza con los de otros planetas.
En la península de Kamchatka (Rusia) existen terrenos volcánicos similares a los paisajes marcianos y lunares, con coladas de lava, escoria y cenizas. Además, es posible estudiar los organismos que pueden sobrevivir en este tipo de entornos y a temperaturas frías como las de Marte. Hay dos inconvenientes: lo remoto del emplazamiento, con una carencia casi total de infraestructuras, y los osos. Es imprescindible llevar medios de defensa contra los plantígrados. Dado que para los extranjeros es imposible tener acceso a un arma de fuego a menos que se cuente con un guía ruso, una alternativa son las bengalas y un espray de gas lacrimógeno contra osos. Este último debería llevarse en el equipaje desde casa, ya que allí no se encuentra fácilmente.
Detalles de este estilo son los que pueden encontrarse en el Catálogo de Análogos Planetarios, una nueva publicación de la Agencia Europea del Espacio (ESA) que por primera vez pone a disposición de los investigadores una completa guía de los lugares de la Tierra donde pueden encontrarse ambientes similares a los que existen en otros planetas. En estos destinos, la mayoría de ellos remotos y extremos, los científicos podrán estudiar las condiciones geológicas, geoquímicas y biológicas de emplazamientos extraterrestres sin salir de su propio planeta, o poner a prueba sus valiosos aparatos antes de enviarlos al espacio para sus misiones interplanetarias. A medio camino entre la ciencia y los viajes, el catálogo recoge en su primera edición un total de 30 destinos, para los cuales se repasan desde los aspectos científicos hasta los puramente prácticos, como la accesibilidad, los requisitos legales para investigar en ellos, los alojamientos disponibles o el coste.
Como en la Luna o Marte
“La idea del catálogo partió de la ESA como un concurso para que una compañía o universidad creara este documento como ayuda a la comunidad de ciencias planetarias”, apunta la principal autora del trabajo, la científica Louisa Preston de la Open University de Reino Unido, entidad que recibió el encargo de la ESA de desarrollar el proyecto. “La idea no es nueva; los científicos planetarios hemos echado de menos un catálogo como este durante años, pero era imposible hacerlo sin una dedicación exclusiva, lo que ha sido posible gracias a la iniciativa de la ESA”, señala Preston, que ha trabajado en ambientes que simulan los marcianos durante casi diez años.
Los autores del catálogo, Preston y sus colegas Simeon Barber y Monica Grady, se han ceñido en esta primera edición a análogos lunares y marcianos, aunque aclaran que se trata de un trabajo en permanente construcción y que se irán añadiendo nuevos análogos de otros planetas. “Hay cientos, quizá miles de lugares análogos en la Tierra, pero para empezar no podíamos cubrirlos todos, así que tuvimos que priorizar”, dice la autora. La edición publicada presenta destinos en Canadá, Estados Unidos, Chile, Antártida, Suráfrica, Namibia, Marruecos, Alemania, Italia, Noruega, Islandia, Rusia, China, India y Australia, además de dos emplazamientos en España: Riotinto, en Huelva, y la isla de Tenerife. Canadá y EE.UU. concentran el mayor número de destinos.
Sin baños en Atacama
Para reunir la información necesaria, los autores recurrieron a todas las fuentes posibles, desde los científicos que conocen los análogos de primera mano hasta la información disponible en internet. Según Preston, conseguir los datos prácticos de viaje “fue lo más difícil”. “Preguntamos todos los detalles a los científicos que trabajan en esos lugares. Suelen tener una actitud muy protectora hacia sus enclaves, así que era un reto pedirles toda esa información para hacerla pública. Pero el nivel de apertura y colaboración que demostraron fue asombroso; estaban tan interesados en el catálogo como nosotros. Realmente la ciencia de acceso libre está empezando a despegar”, celebra Preston.
Fruto de ese esfuerzo, en el catálogo se encuentran detalles tales como que en el desierto chileno de Atacama “no hay baños excepto por unas pocas cantinas en la carretera principal”. “Un punto importante es que el desierto no está vacío”, aclara el catálogo. “Hay muchas operaciones mineras activas y la gente viaja por allí, así que no dejes ningún material o equipos desatendidos; desaparecerán”. En el cinturón de rocas verdes de Barberton, en Suráfrica, se recomienda no viajar en solitario, y se advierte que “al menos un hombre es esencial (no es seguro que viajen mujeres solas)”. “La fauna no es un problema”, prosigue el catálogo, excepto por “serpientes venenosas y garrapatas portadoras de la enfermedad de Lyme”. En Riotinto se aclara que “el agua de los hoteles es potable”.
El caudal rojo de río Tinto
Quizá la puntualización no está de más, una vez que se han visto las aguas del propio río. El manso caudal rojo, ácido y rico en metales pesados del río Tinto ha sido empleado como análogo de Marte durante décadas. Las condiciones extremas del lugar, creadas por el lavado de minerales de sulfuro de hierro de las rocas, ofrecen el hábitat ideal para ciertos microorganismos adaptados a vivir en este entorno hostil. De existir vida en Marte, podría no ser muy distinta de estos microbios extremófilos onubenses. A un coste por persona de unos 1.000 euros para diez días, el catálogo subraya que el lugar es un “excelente análogo de Marte”.
Por otra parte, en Tenerife se destaca su valor como análogo lunar y marciano, sobre todo por sus paisajes volcánicos en torno al Teide y la caldera de Las Cañadas. Según el catálogo, “para estudios de astrobiología, los tubos de lava y las cuevas volcánicas son un hábitat potencial de vida marciana”, ya que “se han identificado pruebas de la existencia de cuevas en Marte como largos canales de lava e hileras de simas”, en cuyo interior “la vida estaría resguardada de las duras condiciones superficiales de radiación ultravioleta y baja humedad, así como de las condiciones meteorológicas extremas”. De hecho, Tenerife fue uno de los dos enclaves elegidos, junto con la isla Axel Heiberg en el Ártico canadiense, para desarrollar el concepto del catálogo mediante una investigación de campo en toda regla, “incluyendo astronautas y rovers”, puntualiza Preston.
El coordinador de Ciencia de Exploración Humana de la ESA, Oliver Angerer, resalta la necesidad de disponer por fin de un documento como este. “Tenemos una gran variedad de maneras de preparar las misiones”, señala. “Hasta ahora hemos sido menos activos en ambientes análogos para actividades científicas requeridas en la superficie de otros planetas”. Angerer explica el propósito del catálogo: “Por ejemplo, si quieres estudiar tubos de lava en Marte, ¿cuál es el equivalente más próximo en la Tierra? Dependiendo de tu misión, considerarías utilizar Islandia, Hawái o Tenerife”.
Misiones robóticas
Angerer valora especialmente la utilidad del catálogo para misiones robóticas, ya que los análogos permiten probar la movilidad de los vehículos planetarios y los sistemas de excavación para la recogida de muestras de roca. “Nuestros colegas de la misión ExoMars, por ejemplo, y de otras misiones robóticas, pueden beneficiarse de un catálogo fiable de lugares a los que pueden ir para testar sus equipos”.
Los autores ya están trabajando en la próxima edición, mientras el catálogo comienza a difundirse entre la comunidad científica. “La idea es que todo el mundo lo conozca para promocionar su uso y su futuro crecimiento”, señala el coautor Simeon Barber. Entre esos próximos pasos, los autores confían en que el documento en PDF pueda evolucionar hacia una herramienta en internet a disposición de todos los interesados. “Incorporaremos un formulario online para que los científicos puedan subir sus propios enclaves y toda la información sobre ellos. Hay tantos lugares increíbles aún por incluir que estoy segura de que el catálogo crecerá deprisa, para beneficio de científicos, ingenieros y educadores en todo el mundo”, concluye Preston.
Fuente
Web http://grupogabie.blogspot.com/
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R.a.a.o.: Red Argentina Alerta Ovni
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