16/6/15

¿Qué hizo despertar de su letargo al módulo espacial Philae?

Hace unos días el módulo Philae, enviado por la sonda espacial Rosetta a la superficie del cometa 67P/Churiúmov-Guerasimenko, volvió a enviar señales a la Agencia Espacial Europea (ESA) de forma inesperada. La noticia ha llamado la atención de muchos, pero pocos conocen por qué la sonda, que permaneció en silencio durante varios meses, retomó la actividad.
De acuerdo con el sitio 'Populiarnaya Mejánica', el propio aterrizaje de Philae estaba desde el principio fuera de los planes de la sonda espacial Rosetta. Los motores de presión que tenían que fijar la posición del aparato en el terreno del cometa no funcionaron. Debido a la baja gravedad Philae saltó y voló unos kilómetros: ello ocurrió hasta en dos ocasiones. Solo el tercer contacto con el terreno resultó exitoso.

Por ello, el módulo no aterrizó en las zonas llanas del cometa como estaba previsto, sino en una grieta donde llegaba poca luz solar. En consecuencia el programa de Philae se vio alterado por completo: solo fue capaz de enviar a la Tierra un número reducido de fotografías de la superficie y llevar a cabo una breve investigación antes de que sus baterías se agotaran.

Como pudo verse después, el módulo espacial continuó operando durante un tiempo prolongado, aunque sin transmitir información. Philae fue capaz de acumular más de 8.000 paquetes de datos. Al acercarse el cometa al sol, la intensidad de la radiación aumentó, lo que permitió a Philae recibir energía suficiente para 'cargar sus pilas'. Poco tiempo después la sonda Rosetta recibió una corta señal que se prolongó durante 40 segundos.

En noviembre de 2014, el módulo Philae se separó de Rosetta para realizar un aterrizaje en el núcleo del cometa Churiúmov-Guerasimenko, el primero en la historia de la exploración del cosmos. Antes de iniciar su letargo el aparato emitió señales durante tres días.



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