Esta nueva estrategia de low- cost sería posible a través de acuerdos de parternariado con el sector privado, y predice que los Estados Unidos estarían en condiciones de liderar una «Autoridad Internacional Lunar» aunando intereses públicos y privados. Con este plan, se estima que los humanos podría asentarse en el satélite dentro de siete años a un coste de 10.000 millones de dólares. Un dinero que vendría de acuerdos de partenariado con dos proveedores de servicos privados, que aportarían cada unos 5.000 millones de dólares.
Entre diez y doce años después de que los astronautas volvieran a pisar la luna, se construiría una base industrial en la Luna para comercializar las minas de hidrógeno del hielo lunar y reutilizarlo para los propursores de las siguientes misiones a Marte de la NASA.
Según este estudio, la opción de proporcionar combustible a los sistemas de despegue de las naves espaciales es lo más razonable y la opción que menos riesgos operacionales contiene que realizándolo desde la Tierra. Como ha afirmado Charles Miller, el principal autor de este informe a la publicación «The Verge», «básicamente se trata de expandir la libre empresa en la Luna».
Capitalismo espacial
Frente a la tradicional presencia de organizaciones privadas involucradas en los viajes espaciales o apoyando los esfuerzos de entidades públicas como la NASA. Este informe dibuja el escenario de un capitalismo basado en el espacio.
La mina lunar propuesta en el documento quedaría en manos totalmente privadas, dependiendo de masivas inversiones en forma de contratos comerciales provenientes del sector privado. Como es sabido, la NASA, esta límitada por un presupuesto anual de 4 millones de dólares para los viajes espaciales, una de las razones por las cuales no vemos a menudo a la agencia espacial estadounidense en la Luna. La posiblidad de conformar monopolios comerciales podría incentivar al sector en cambiar.
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