Con la finalización de su última serie de pruebas históricas, el telescopio espacial James Webb de la NASA ha sobrevivido a todas las duras condiciones asociadas con el lanzamiento de un cohete al espacio.
Las pruebas recientes de Webb han validado que el observatorio completamente ensamblado resistirá el ruido ensordecedor y los temblores, traqueteos y vibraciones que el observatorio experimentará durante el despegue. Conocidas como pruebas “acústicas” y de “vibración sinusoidal”, la NASA ha trabajado cuidadosamente con sus socios internacionales para hacer coincidir el entorno de prueba de Webb precisamente con lo que Webb experimentará tanto el día del lanzamiento como cuando opere en órbita.
Aunque cada componente del telescopio se ha probado rigurosamente durante el desarrollo, demostrar que el hardware de vuelo ensamblado puede pasar de manera segura a través de un entorno de lanzamiento simulado es un logro significativo para la misión. Completadas en dos instalaciones separadas dentro del Parque Espacial de Northrop Grumman en Redondo Beach, California, estas pruebas representan las dos últimas de Webb, en una larga serie de pruebas ambientales antes de que Webb sea enviado a la Guayana Francesa para su lanzamiento.
El próximo entorno que experimentará Webb es el espacio.
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