Esta semana Marte se encuentra en su punto más cercano a la Tierra. Un fenómeno astronómico que no se volverá a repetir hasta 2035, ya que el planeta rojo está a unos 62 millones de kilómetros de nosotros, una distancia que, si bien parece increíblemente grande, coloca a nuestro vecino a simple vista, sin tener que utilizar telescopios o prismáticos.
Si las nubes lo permiten, Marte es observable en lo alto del cielo, al este. Allí aparece como una luz rojiza que no parpadea. «Octubre es un gran momento para verlo, ya que el planeta es visible toda la noche y alcanza su punto más alto alrededor de la medianoche», escriben en un comunicado desde la NASA.
La Tierra y Marte viajan alrededor del Sol en órbitas elípticas, orbitando en la misma dirección pero a diferentes velocidades y a diferentes distancias. Cada 780 días, o aproximadamente cada dos años, Marte y la Tierra se alinean y se acercan, pero no siempre a la misma distancia. Este fenómeno se produce poco antes de la oposición de Marte, que es cuando la Tierra se interpone entre el Sol y Marte.
«Si tanto la Tierra como Marte rodearan al Sol en círculos perfectos, y en el mismo plano exacto, la distancia entre la Tierra y Marte siempre sería mínima el día de la oposición de Marte. Pero no vivimos en un universo tan simétrico», explican desde Earthsky.org. Es decir, que el hecho de que sus órbitas sean elípticas es la razón de por qué este acercamiento no se da cada vez que la Tierra se interpone entre el Sol y Marte.
Y aunque este acercamiento se produce cada dos años, no siempre es igual de cercano: en 2003 ambos plantes se aproximaron a tan solo 55,76 millones de kilómetros. Un récord que no se batirá hasta 2287, cuando se prevé que Marte se acerque a 55,69 millones de kilómetros de nosotros.
En cuanto a cómo se verá Marte en el cielo, no esperen encontrarse un objeto tan grande como la Luna. En realidad, solo verá un punto más brillante en el cielo, lo que, aún así es digno de contemplar.
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