Cada tanto, aunque sea solo por curiosidad le apuntamos nuestros telescopios al Rey de los planetas, Júpiter y no es raro que en varias de esas oportunidades nos convirtamos en observadores de los fenómenos clásicos que se producen entre los cuatro satélites galileanos y el Planeta.
Estos fenómenos pueden ser tránsitos (cuando vemos pasar el disco o la sombra del satélite por delante del planeta), ocultaciones de los satélites detrás del Planeta o bien vemos como uno de los satélites desaparece cuando entra en el cono de sombra proyectado por Júpiter.
Estos fenómenos pueden observarse prácticamente todas las noches y por lo general se les llama fenómenos clásicos.
Pero existen otros fenómenos que se producen entre los propios satélites galileanos y estos son a los que llamamos fenómenos mutuos y se producen entre dos satélites.
Los fenómenos mutuos entre dos satétiles de Júpiter se producirán cada seis años aproximadamente, cada vez que el plano de las órbitas de los satélites coincida con el plano de la órbita de la Tierra (y por lo tanto con el Sol). Estos fenómenos pueden ser tanto ocultaciones como eclipses.
En una ocultación los dos satélites coinciden con la dirección a la Tierra y en un eclipse los dos satélites coinciden en la dirección al Sol.
Fuente: Asaramas
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