Es un logro monumental: enviar una sonda con diez años de antelación a encontrarse, en el medio del espacio, con un cometa (Churyumov-Gerasimenko, en honor a quienes lo encontraron, o 67P) que tiene 4 kilómetros de diámetro y viaja a 135.000 kilómetros por hora; acercarse lo suficiente como para enviar un robot (el simpático Philae), que debe posarse sin ayuda en su superficie. Y lograrlo con un éxito rotundo, más allá de algunos imprevistos: rebotó dos veces antes de posarse sobre la superficie; tiene una pata en el aire; no se disparó el arpón como debía; está a la sombra de una suerte de montaña, y sus paneles solares generan 90 minutos de electricidad cada 12 horas.
Nada importa: ayer Philae envió sus primeras fotos, que recorrieron 510 millones de kilómetros para que vos las puedas ver junto a estas líneas. En rigor, en la que se ve arriba, son dos fotos en mosaico; lo que se ve en la base de la mitad izquierda es uno de los tres pies de Philae.
Se generó gracias al sistema CIVA: seis cámaras diseñadas para obtener imágenes panorámicas (en 360 grados) y en estéreo (junto con un espectrómetro para determinar la composición, textura y reflectividad de las muestras que toma de la superficie), y Rolis, una cámara que apunta a la superficie durante el descenso. Las 7 cámaras tienen sensores de 1024 x 1024 pixeles (recuerden: usan tecnología de hace más de una década) y trabajan en la penumbra, aunque eso cambiará a medida que se acerquen al sol.
La foto de arriba está compuesta por dos tomas, porque de las otras cámaras la información obtenida no es buena (una apunta al exterior del cometa), como muestra, abajo, la panorámica completa que envió el sistema CIVA:
Una vista panorámica del cometa 67P según el sistema CIVA del robot Philae.
Una vez que toma las imágenes, debe enviarlas a Rosetta, que orbita el cometa, y éste a su vez debe enviarlas a la Tierra a una velocidad de... 28 kilobits por segundo, aunque 1 o 2 kbps se los lleva la telemetría de la nave, y el envío de las imágenes debe convivir con otra información enviada. Además, a la señal de radio le toma 28 minutos y 20 segundos recorrer esos 510 millones de kilómetros, donde es recibida y reconstruida por las estaciones de control remoto de la sonda.
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