Un gran número de las redes de valles que podemos contemplar en la superficie de Marte fueron talladas por el agua que se derrite bajo el hielo glacial, no por ríos de flujo libre como se pensaba anteriormente, según una nueva investigación de la UBC publicada en la revista Nature Geoscience. Los resultados arrojan efectivamente agua fría sobre la hipótesis dominante del "Marte antiguo cálido y húmedo", que postula que ríos, lluvias y océanos existieron alguna vez en el planeta rojo.
Para llegar a esta conclusión, la autora principal, Anna Grau Galofre, antigua estudiante de doctorado en el departamento de ciencias de la tierra, el océano y la atmósfera de la University of British Columbia, desarrolló y utilizó nuevas técnicas para examinar miles de valles marcianos. Ella y sus coautores también compararon los valles marcianos con los canales subglaciales del archipiélago ártico canadiense y descubrieron sorprendentes similitudes.
"Durante los últimos 40 años, desde que se descubrieron por primera vez los valles de Marte, se asumió que en el pasado fluyeron ríos sobre él, erosionando y originando todos estos valles", dice Grau Galofre. "Pero hay cientos de valles en Marte, y se ven muy diferentes unos de otros. Si miras a la Tierra desde un satélite ves muchos valles: algunos hechos por ríos, otros por glaciares, otros por otros procesos, y cada tipo tiene una forma distintiva. Marte es similar en que los valles se ven muy diferentes entre sí, lo que sugiere que muchos procesos estaban interviniendo para tallarlos".
La similitud entre muchos valles marcianos y los canales subglaciales de la isla Devon, en el Ártico canadiense, motivó a los autores a realizar su estudio comparativo. "La Isla Devon es uno de los mejores análogos que tenemos para Marte aquí en la Tierra, es un desierto polar frío y seco, y la glaciación es en gran parte de origen frío", dice el coautor Gordon Osinski, profesor del departamento de ciencias de la tierra de la Universidad Western y del Instituto de Exploración de la Tierra y el Espacio.
En total, los investigadores analizaron más de 10.000 valles marcianos, utilizando un novedoso algoritmo para inferir sus procesos de erosión subyacentes. "Estos resultados son la primera evidencia de una extensa erosión subglacial impulsada por el drenaje canalizado de agua de fusión bajo una antigua capa de hielo en Marte", dice el co-autor Mark Jellinek, profesor del departamento de ciencias de la tierra, el océano y la atmósfera de la UBC. "Los resultados demuestran que solo una fracción de las redes de valles coinciden con los patrones típicos de la erosión del agua superficial, lo que contrasta notablemente con la visión convencional. Usar la geomorfología de la superficie de Marte para reconstruir rigurosamente el carácter y la evolución del planeta de forma estadísticamente significativa es, francamente, revolucionario".
La teoría de Grau Galofre también ayuda a explicar cómo se habrían formado los valles hace 3.800 millones de años en un planeta que está más lejos del Sol que la Tierra, durante una época en la que el Sol era menos intenso. "El modelado climático predice que el antiguo clima de Marte era mucho más frío durante la época de la formación de la red de valles", dice Grau Galofre, actualmente becaria de postdoctorado en la Universidad del Estado de Arizona. "Intentamos juntar todo y plantear una hipótesis que no había sido considerada realmente: que las redes de canales y valles pueden formarse bajo las capas de hielo, como parte del sistema de drenaje que se forma naturalmente bajo una capa de hielo cuando hay agua acumulada en la base".
Estos entornos también sostendrían mejores condiciones de supervivencia para una posible vida antigua en Marte. Una capa de hielo daría más protección y estabilidad al agua subyacente, además de proporcionar un refugio contra la radiación solar en ausencia de un campo magnético, algo que Marte tuvo una vez, pero que desapareció hace miles de millones de años.
Si bien la investigación de Grau Galofre se centró en Marte, las herramientas analíticas que desarrolló para este trabajo pueden aplicarse para descubrir más sobre la historia temprana de nuestro propio planeta. Jellinek dice que tiene la intención de usar estos nuevos algoritmos para analizar y explorar las características de erosión que quedaron de la historia temprana de la Tierra.
"Actualmente podemos reconstruir rigurosamente la historia de la glaciación global de la Tierra que se remonta de un millón a cinco millones de años atrás", dice Jellinek. "El trabajo de Anna nos permitirá explorar el avance y el retroceso de las capas de hielo hasta por lo menos 35 millones de años atrás, hasta los inicios de la Antártida, o antes, mucho antes de la edad de nuestros núcleos de hielo más antiguos. Se trata de herramientas analíticas muy elegantes". (Fuente: NCYT Amazings)
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