26/5/12

Emisiones magnetizadas de plasma para impulsar naves interplanetarias y abatir a satélites inservibles


Un nuevo y revolucionario sistema de emisiones magnetizadas de plasma, ya diseñado pero aún no construido, permitiría impulsar naves espaciales a velocidades lo bastante altas como para, por ejemplo, reducir de forma drástica el tiempo de viaje de una nave tripulada a Marte, facilitando de igual manera su regreso. Sería posible viajar a Marte y regresar a la Tierra en 90 días, en vez de los 2 años y medio que hoy se tardaría en ir y volver mediante la tecnología convencional de propulsión espacial.

El sistema posibilitaría que los viajes espaciales interplanetarios se convirtieran en algo rápido y rutinario.

Además, proyectando a distancia chorros de plasma de esta clase sería factible expulsar a satélites inservibles y demás chatarra espacial de las órbitas que ahora ocupan, y sin necesidad de instalarles ningún dispositivo a esos objetos molestos. De este modo, se podría barrer las órbitas más congestionadas, haciendo mucho más segura y fácil la circulación por ellas de los vehículos espaciales en uso.

Este innovador sistema de propulsión se llama "Mag-beam" y es fruto de años de trabajo del equipo de Robert Winglee, director del Departamento de Ciencias Terrestres y Espaciales de la Universidad de Washington en Seattle.


En su planteamiento orientado a propulsar naves interplanetarias, el Mag-beam implica la instalación de una estación espacial alrededor de la Tierra que genere un chorro de iones magnetizados, los cuales interactuarán con una vela magnética desplegada por la nave que deba viajar a Marte. Para que el método sea práctico, deberá instalarse alrededor de Marte otra unidad de plasma que permita frenar a la nave antes de llegar a su destino. Pero los vehículos ya no necesitarán llevar grandes y pesados sistemas de propulsión, por lo que podrán dedicar casi todo su volumen a la carga útil. Sería factible instalar unidades de plasma en diversos puntos del sistema solar, de manera que sucesivas misiones puedan aprovecharse de ellas y viajar a cualquier lugar del sistema. Cerca de la Tierra, las unidades generarán el plasma ionizado mediante energía solar. Mucho más allá, emplearán energía nuclear para la tarea.

En su modalidad para expulsar fuera de sus órbitas a satélites inservibles y otros objetos molestos, la estación orbital equipada con el cañón sería capaz de utilizar un flujo de iones enfocados para empujar satélites muertos y otros desechos hacia la atmósfera terrestre, donde se quemarían durante la reentrada.

Como método de propulsión interplanetaria, el Mag-beam interactuaría con un receptor especializado en la nave espacial, empujándola hasta velocidades quizá superiores a los 30.000 kilómetros por hora (unas 18.000 millas por hora). Los satélites en órbita a la Tierra no tienen esos receptores especializados, pero si se dispara el rayo directamente al satélite, generaría suficiente fuerza como para moverlo hacia la atmósfera.

La acumulación de satélites muertos en órbita puede parecer una simple cuestión de limpieza y orden, pero entraña un grave problema: A medida que el espacio en torno a la Tierra se llena de objetos artificiales, aumentan también las probabilidades de una colisión entre dos satélites.

Una colisión entre satélites agrava el problema ya que entonces, en lugar de dos objetos grandes por los cuales preocuparse, se crea toda una nube de restos, que, moviéndose más rápido que una bala, es capaz de amenazar a los satélites en uso de la franja orbital afectada, e incluso, si las circunstancias contribuyen a ello, puede poner en riesgo a los inquilinos de la Estación Espacial Internacional u otros vehículos espaciales tripulados.

En la actualidad, ya es factible usar un Mag-beam para retirar basura espacial de las franjas orbitales de más interés. Se estima que el perfil de la misión sería comparable al de la de un satélite estándar, y el costo estaría en torno a los 300 millones de dólares.

La tecnología no sería útil para desviar de su rumbo de colisión contra la Tierra a asteroides o cometas, porque la masa de estos cuerpos es demasiado grande para la capacidad del Mag-beam.

Fuente

Web http://grupogabie.blogspot.com/

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