Nadia M, una lectora de nuestro blog nos brindo amablemente un relato de lo vivido por ella y su familia en el año 1991 en la ciudad de los Polvorines, provincia de Buenos Aires Argentina. Una descripción de un contacto del primer tipo con cierta interacción entre el observado y el observador, un relato con detalles muy interesantes y digno de leer.
RELATO
Recuerdo que la primera que lo vio fue mi mamá, que volvía a casa de noche y al bajar del colectivo (la parada está en la esquina) avistó una luz grande, brillante, y volando bajo, pasaba lento hacia el campo de enfrente. Entró a casa corriendo, me acuerdo que nos gritó que saliéramos al patio del fondo, que había algo en el cielo. Fuimos todos, mis tres hermanos y yo, y nos subimos a algo que había que no recuerdo qué era para ver mejor (quizás una montaña de escombros). La luz tenía una luminosidad diferente a todo lo que había visto antes, se movía entre los eucaliptos gigantes del campo de enfrente de una manera imposible para otro tipo de nave terrestre. Entre los árboles del campo y nuestra casa habría unos 300 metros -no estoy segura, soy malísima con las distancias-. La luz subía y bajaba, se iba a uno y otro costado, zigzagueando, se quedaba quieta en el aire de repente, hasta que después de unos minutos de hacer esto, se detuvo y en un pestañeo estuvo sobre nosotros.
Sé que esto duró un tiempo, no recuerdo bien cuánto, quizás entre 5 y 15 minutos, pero no sé. Sé que estaba tan cerca que vimos detalles de su "panza", de su parte inferior: había muchas luces, las pequeñas eran muchas y de color naranja pero había como una luz central blanca muy intensa , también vimos divisiones que parecían compartimientos.
La nave estaba suspendida sobre nosotros y giraba sobre su propio eje. No podría decirte la forma qué tenía, había como partes oscuras y por otro lado tanta luz que no puedo recordar sus contornos, si es que los vi. Tampoco puedo definir a qué altura estaba.
En segundos voló hacia la zona de acceso Pilar y en segundos volvió a estar sobre nosotros. No nos dijimos ni una palabra creo, ni atinamos a correr adentro de casa.
De golpe la nave se elevó verticalmente a una velocidad increíble, la vimos otra vez en forma de luz muy muy alto. Se quedó quieta así unos segundos y de repente salió disparada hacia un costado, perdiéndose en el cielo.
La verdad es que todos tenemos recuerdos borrosos, quizás yo sea la que más recuerda pero hay cosas que se me van, pasó mucho tiempo. De lo que estoy segura es de que en aquel entonces todos estábamos convencidos de haber visto una nave extraterrestre
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