31/3/14

Descubrimiento de un miniplaneta en la franja cercana de la Nube de Oort

Un nuevo miniplaneta (planeta enano), llamado 2012 VP113, ha sido encontrado más allá del límite conocido de nuestro sistema solar. Es probable que sea uno de los miles de objetos distantes que se piensa forman la llamada franja cercana de la Nube de Oort. Además, las observaciones indican la presencia potencial de una SuperTierra o planeta grande comparable, que podría ser hasta 10 veces mayor que la Tierra. Aunque esta hipotética SuperTierra no ha podido ser observada, su presencia podría ser deducida si, tal como creen los autores del nuevo estudio, ejerce una influencia discernible sobre la órbita de 2012 VP113, así como sobre las de otros objetos de la Nube de Oort interior.

El Sistema Solar conocido puede dividirse en tres partes: La franja de los planetas rocosos como la Tierra, que están cerca del Sol; la zona de los planetas gaseosos gigantes, que están más alejados; y los objetos congelados del cinturón de Kuiper, que se hallan justo pasada la órbita de Neptuno. A mayor lejanía que esta última región, anteriormente sólo se conocía un objeto con una órbita inequívoca al respecto, Sedna. Pero 2012 VP113 tiene una órbita que se encuentra incluso más alejada que Sedna, convirtiéndolo en el astro más lejano conocido en el Sistema Solar.

Sedna fue descubierto más allá del borde del cinturón de Kuiper, en 2003, sin que se supiera si era o no único como una vez se creyó que lo era Plutón antes de que se descubriera dicho cinturón. Con el descubrimiento de 2012 VP113 por el equipo de Scott Sheppard y Chadwick Trujillo, del Instituto Carnegie de Ciencia, en Washington, D.C., Estados Unidos, queda ahora claro que Sedna no es único y que es probablemente uno más de muchos cuerpos de la supuesta nube de Oort interior, el posible origen de algunos cometas.

El punto más próximo de la órbita de 2012 VP113 respecto al Sol corresponde a unas 80 veces la distancia entre la Tierra y nuestra estrella, una medida llamada unidad astronómica o UA. Como aclaración, podemos decir que los planetas rocosos y los asteroides existen a distancias de entre 0,39 y 4,3 UA, que los gigantes gaseosos se hallan entre las 5 y las 30 UA, y que el cinturón de Kuiper (compuesto por miles de objetos helados, incluyendo Plutón), abarca desde las 30 hasta las 50 UA. Sedna era el único que se sabía que permanecía sustancialmente más allá de este borde exterior, con toda su órbita completa superando las 76 UA.

Sheppard y Trujillo estiman que podrían existir unos 900 objetos con órbitas como la de Sedna y 2012 VP113, y con tamaños mayores de 1.000 kilómetros, y que la población total de la nube de Oort interior es probablemente mayor que la del cinturón de Kuiper y el cinturón principal de asteroides.

Los autores del estudio creen que algunos de estos objetos de la franja interior de la Nube de Oort podrían rivalizar en tamaño con Marte e incluso la Tierra. No haberlos detectado no tiene nada de extraño, ya que muchos de esos objetos están tan alejados que incluso los más grandes son demasiado tenues para ser detectados con la tecnología actual.

Tanto Sedna como 2012 VP113 fueron encontrados cerca de su máxima aproximación al Sol, pero los dos tienen órbitas que pueden alejarse hasta cientos de UA, distancias a las cuales resultarían demasiado tenues para ser descubiertos desde la Tierra. De hecho, la similitud en ciertas características orbitales entre 2012 VP113 y algunos otros objetos cercanos al borde del cinturón de Kuiper sugiere que un cuerpo masivo desconocido podría estar influyendo en el trazado orbital de estos objetos con el resultado de que acaban compartiendo configuraciones orbitales similares. Sheppard y Trujillo sugieren que una SuperTierra o un objeto incluso más grande a varios días-luz de distancia de la Tierra podrían crear los patrones orbitales vistos en las órbitas de estos objetos, que están demasiado lejos como para ser perturbados significativamente por cualquiera de los planetas conocidos.

La nube de Oort exterior se distingue de la interior porque la primera comienza, según se cree, a una distancia de unos 9 días-luz de la Tierra, y se extiende hasta más allá, en lo que podría definirse como "tierra de nadie", de tal modo que esos astros experimentan influencias gravitacionales de otras estrellas del vecindario galáctico, con el resultado de que sus órbitas son inestables y cambian mucho con el paso del tiempo. En general, los cometas no periódicos que se adentran en el espacio planetario de nuestro sistema solar durante un tiempo para luego volver a alejarse deben ser objetos de la franja externa de la Nube de Oort que sufrieron una perturbación que les llevó a acercarse al Sol. Los objetos de la nube de Oort interior no se ven afectados grandemente por la gravedad de otras estrellas y por tanto tienen órbitas más estables y que no han experimentado cambios notables desde hace mucho tiempo.




Fuente


Web http://grupogabie.blogspot.com/


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R.a.d.i.o.: Red Argentina de Investigación Ovni
R.a.a.o.: Red Argentina Alerta Ovni
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